jueves 27 febrero, 2025

Se trata de una ganadería asentada en un centenar de hembras compradas y que tiene una interesante camada para el 2025.

Con la temporada taurina desperezándose tras los primeros festejos del año son muchas las ganaderías que continúan preparando sus camadas de cara a un 2025 muy ilusionante para ellos. Dentro de las vacadas censadas en España hay una gran amalgama de ellas que ya tienen cerrados los destinos a falta de la presentación de los carteles estando muchas otras pendientes de la llamada de esas empresas que han mostrado predisposición a la hora de cerrar un acuerdo.

Uno de esos proyectos ganaderos que lucha a diario por seguir manteniéndose a flote es ese que se asienta en el Valle de Alcudia y que da nombre a las vacadas de Toros del Ojailén y Javier Gallego. Allí Macarena -veterinaria de profesión- su hermano y su padre están volcados dos encastes que les llenan plenamente como aficionados: Los Domecq de Ojailén y los Veraguas de Javier Gallego.

En el reportaje de esta semana nos centraremos en la vacada que se nutre de sangre Domecq vía Ramón Carreño (El Torero y Las Ramblas), una divisa que ha alcanzado una notable regularidad en los ruedos y que se asienta sobre un centenar de hembras y varios sementales. Una divisa con personalidad propia, una vacada que se sustenta en dos ramas que proceden en su mayoría de aquel proyecto ganadero que comenzó en solitario Salvador Domecq y Díez.

“Tenemos tres corridas de toros, que podrían ser cuatro si no hay bajas, además de una novillada sin caballos que se la lleva la Escuela Taurina de Valencia” no comentaba Macarena Gallego nada más comenzar la entrevista. “De las tres, hay una corrida por encima que puede ir a alguna plaza de segunda sin ningún problema. Pese a su seriedad me gusta por sus buenas hechuras”.

Pese a ser una salida muy recurrente para los ganaderos por ahora no hay nada cerrado para la venta de animales a las calles tal y como nos avanzaba la propia ganadera. Poco a poco los animales se van rematando gracias a la alimentación y a un ejercicio que les hace estar en el punto óptimo antes de saltar al ruedo. “Es fundamental tener el toro bien alimentado este es muy sensible y hay que hacerlo todo con sumo cuidado. Al ser un muy sedentario hay que apretarles para el ejercicio de lo contrario no aguantarían la exigencia de hoy en día”.

Macarena repasa la lista de animales para este año y no puede dejar de esbozar una sonrisa: “Estamos muy ilusionados con la camada, uno los ve todos los días en el campo y sabe el trabajo que ha costado poner a la ganadería en el momento en el que está. Hemos entrado en los carteles que soñábamos y eso es una responsabilidad enorme, el trabajo ya está terminado ahora les toca a ellos”.

Pese a estar en un momento muy bueno no existe una certeza total, el toreo evoluciona y con ello la fiesta: “Todavía queda mucho para la embestida soñada; van saliendo cada vez más animales como te gustan, pero a todos les falta algo. Soy una enamorada del toro en hechuras del animal bajo con cuello y la cara colocada. Gracias a Dios cada año vamos teniendo una camada más definida y eso se nota a la hora de reseñar las corridas”.

Respecto a la temporada de 2024 Macarena es franca y sincera: “Del año pasado me quedo con un toro de Román en Alfaro, que nos gustó mucho cómo embistió, y en Cintruénigo uno que toreó El Payo. Si a mí me dices cuáles me gustaron, fue el de Román, que fue bravo y mucha calidad. Son hijos de toros de casa y de vacas procedentes de El Torero-Las Ramblas que compramos a Ramón Carreño, para este año tenemos varios hermanos dentro de la camada”.

FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS